

Nos enfrentamos ante un acuciante problema que necesita medidas urgentes y el compromiso de cada uno de nosotros si queremos revertir esta situación.
Los niños deben ser defensores de la vida y la educación, la herramienta que nos permita prevenir y tomar conciencia sobre esta problemática.
Es importante remarcar que una educación vial sostenida sólo en el simple conocimiento de las señales y las leyes, resultan insuficiente, porque están vacías de valores. Hay que recuperar el valor de la vida, del respeto por el otro, de la solidaridad, de la responsabilidad.
La escuela debe focalizar este flagelo desde la perspectiva del transeúnte, en la que el centro sea el sujeto y no el camino o las señales de tránsito. Pues de nada vale el conocimiento desprovisto de conciencia, por la que el sujeto tiene derechos pero también debe cumplir obligaciones.


· Aumentar el interés de los niños por el respeto a las normas de seguridad vial.
· Crear un espacio para conocer y trabajar con las normas de seguridad vial.
· Conocer los beneficios de dichas normas.
· Reflexionar sobre las causas y las consecuencias de los accidentes de tránsito.
· Tratar de concientizar a los niños para que se conviertan en transmisores de las normas de seguridad vial.

· Aprendizaje exploratorio y guiado, a través de la implementación de un juego.
· Lecturas de un texto, imágenes y gráficos.
· Implementación de técnicas grupales.

Este taller atravesará transversalmente los contenidos de todas las áreas, incluyendo los de las horas especiales.
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